Con mucho o con poco, con más o con menos,con ayuda o sin ayuda, con vida e incluso sin ella.
La gente no te recuerda por quién eres, por quiénes son tus padres, ni incluso por el dinero que tienes, sino por lo que has hecho a lo largo de la vida. La vida es así, solo serás recordado cuando penetras en el corazón de la gente y a veces ni eso. Si tu te ganas que la gente te quiera, te aprecie, siempre serás recordado, pero claro, hay que ganárselo, y por supuesto, serás recompensado.
Existen personas que son realmente bondadosas, que siempre miran a los demás antes que a ellos mismo, y dan un trato a los demás ejemplar, sin esperar recibir nada a cambio, y normalmente está acción te honra y como consecuencia obtienes el mismo trato, lo cual es un tesoro en los tiempos que corren. Eso es por la parte general, por la parte particular cada persona es un mundo y se valoran más a unas que a otras.
La vida nos pone a prueba, nos encontramos ante personas que con simple facilidad le entregamos lo que haga falta porque realmente sabemos que merecen la pena, esta facilidad es totalmente irracional, esas personas que reciben eso deberían sentirse afortunadas, y darse cuenta de lo que tienen y cuidarlo porque cuando no lo tengas, realmente te darás cuenta que el camino que has elegido era erroneo y echas de menos algo que un día tuviste.
Cuando eres la persona receptora debes de mirar, pensar, y actuar, sabiendo que la otra persona se está sacrificando por tí, está dando sin recibir, y concluir que esa persona es algo que pocas veces vas a tener de nuevo en la vida si es que alguna vez lo vuelves a tener. Debes recapacitar, actuar en consecuencia, y merecerte ese trato, ese sacrificio de los demás por tí, eso que has recibido sin ningún esfuerzo, sin hacer nada, debes por lo menos compensar todo lo que han hecho por tí, todo lo que han arriesgado, todo lo que han dejado atrás y descartado por ti, debes recapacitar y aprender a devolver día a día todo eso que han dado por tí, sino tú, tú egoísmo, pasa rapidamente al olvido y no a la historia.
Toda persona que se va a la guerra, sin mirar atrás, sin pensar en todo lo que arriesgas, todo lo que dejas atrás, debe saber, que la guerra tiene que merecer la pena, tiene que haber un gran motivo, tiene que haber algo, que cuando ganes la guerra, seas recordado siempre. Ahora bien, si ese motivo no se encuentra, o no existe, lo mas lógico es dejar la guerra, y guardar tus fuerzas y sabiduría para una guerra con un motivo importante y que se haga realmemente merecedor de que luches por él, por élla, por esa guerra en la que serás honrado, recordado, y compensado, por todo el sacrificio que haces sabiendo que lo único seguro que puedes encontrar a cambio es "la muerte".
Fdo: The Real Me